Vistas de página en total

martes, 10 de abril de 2012

Capítulo 1


Era una mañana calurosa de verano, me encontraba en mi cama intentando conciliar el sueño, pero no lo conseguía por la culpa de mi vecino de arriba, no paraba de cantar y yo esa noche había llegado tarde debido a un cumpleaños de una amiga y necesitaba dormir. El dolor de cabeza me estaba matando y cada ruido que escuchaba me empeoraba y para colmo mi vecino no paraba.
Finalmente decidí levantarme de la cama para subir al tercer piso y pedirle a mi vecino que parara, hacia bastante calor y yo iba con unos pantalones de pijama cortos, por lo menos dos tallas más grandes que la mía, de color blanco y con unos puntitos rojos.
[Narra  Zayn]
Llamaron a la puerta tarde un poco en abrir ya que estaba acostado en la cama cantando una de mis canciones favoritas, cuando está terminó fui a ver quién era, al abrir la puerta allí me encontré una chica no mucho más baja que yo con el pelo recogido. Ella era de piel morena con unos bonitos ojos verdes y su pelo era castaño. No la conocía no tenía ni idea de lo que podía querer.
-¿Quieres algo?—pregunté yo dudoso, mientras le echaba un vistazo de arriba abajo.
-Para-dijo ella secamente.
-¿Eh?-pregunté desconcertado.
-Que pares de cantar- volvió a decir.
-¿Dónde te has dejado la educación bonita?-le dije
-Eso lo perdí hace mucho tiempo.- dijo marcando una sonrisa torcida.
-Pues no te vendría mal tener un poco-le dije.
-Bueno, ya veré yo lo que tengo que hacer asique para de una maldita vez.- dijo mientras se alejaba.
-No te pega nada ser borde con esos ojos verdes.- dije mientras cerraba la puerta, para que ella no volviera a decir nada.
Cerré la puerta enfadado y no solo no iba a dejar de cantar si no que ahora lo haría aún más fuerte.
Pasaron las semanas y desde aquella vez ya no había vuelto a ver a mi vecina, seguía cantando, con más frecuencia y todo lo alto que podía pero nada. Era como si desde entonces ya no existiera, como si todo hubiera sido un sueño o quizá una pesadilla.
[Narra Katy]
Iba cargada de bolsas de la compra, ya que mi madre no podía ir asique me mando a mí. Me acerque a la entrada de mi bloque de pisos para pasar cuando alguien me tiro, haciendo que las bolsas se cayeran, ambos lados de mí.
-¡MIERDA, MIERDA, MIERDA!
-O lo siento-dijo una voz que no tardé en reconocer
-¿Cómo no?-dije enfadada-otra vez tú.
-No te equivocas ojos verdes.- dijo el, recogiendo varias bolsas.
-Idiota- dije mientras me levantaba y las recogía también.
-Soy así de naturaleza-dije mirándole a esos ojos marrón chocolate que no habían dejado de brillar desde la primera vez que le vi.
-Soy Zayn-dijo tendiéndome la mano delicadamente.
Le retiré la mano sin contestación alguna.
-¿Es que no piensas decirme ni cómo te llamas?-dijo posando sus ojos de nuevo en mí.
-Soy Kate-dije en un suspiro y marcando de nuevo una sonrisa torcida.
Con el paso del tiempo cada vez Zayn y yo nos llevábamos mejor. Poco a poco empezamos a pasar bastante tiempo juntos lo cual hacía que nuestra amistad fuera creciendo cada vez más aunque desde hace no mucho me llevo preguntando que si solo siento amistad, pero de repente vuelo a la realidad y me doy cuenta de que nunca tendremos nada más que una bonita amistad.
Pero un día mi madre me dijo algo que me destrozo, nos teníamos que mudar, yo solo pensé en aquel momento ahora no, no podía creer que ahora que me llevaba con él que estaba empezando a sentir cosas por él todo fuese a acabar como si nunca hubiera pasado. No sabía cómo me iba a despedir de Zyan, no podía, no podía decirle adiós, un adiós que podía ser para siempre. Por fin me arme de valor y me decidí a decírselo, había quedado esa tarde con él y antes de salir de casa pensé ahora o nunca.
Me dirigí al piso de Zayn, cuando estaba en la puerta, respiré hondo y llamé.
-Hola Zayn-dije sin mirarle.
-Hola Kate, ¿te pasa algo?-dijo mirándome.
-No, bueno en realidad sí-dije a punto de derrumbarme.
-Ven vamos dentro y me lo cuentas-dijo cogiéndome del brazo.
Cuando ya estábamos dentro nos sentamos. Él se me quedo mirando con aquellos ojos en los que me perdía con facilidad.
-Verás- suspiré- me tengo que ir.
-Haberme dicho que no podías quedar.
-No ahora no me voy de Londres-dije sin poder mirarle.
-¿¡Qué!? ¿¡Por qué!?- dijo él.
-Por el trabajo de mi madre.- le dije pero los dos estábamos mirando al suelo.
-Bueno disfrutaremos del tiempo que te queda, no te preocupes, seguro que pronto volveremos a vernos.
-O no.-dije yo triste.
-Kate no seas así por favor no hagas esto peor de lo que ya es.
-¿Qué no haga esto?, pero si a ti seguro que apenas te importa que en nada me valla, porque para ti solo soy una amiga más, del montón.
-Kate, tú no eres una amiga más.
-Entonces que soy, alguien con quien solo hablas alguien que en un par de años olvidarás dejarás atrás y apenas significaré nada para ti.
-No, Kate eres algo más, algo más que una simple amiga, eres alguien que desde el primer momento que vi me sacó una de mis mejores y más grandes sonrisas.
Entonces le miré, nuestras miradas se cruzaron creo que sin decir palabra alguna nos lo dijimos todo con la mirada, poco a poco nuestros labios se aproximaron más y más hasta chocar en un dulce y bonito beso, un beso que sin duda me marcaría durante toda la vida. Y ahora, ahora que todo iba bien iba a acabar, esto sería muy duro demasiado, no quería que la hora de despedirnos llegué porque eso, eso será demasiado duro para mí.

1 comentario:

  1. Me gusta mucho. Aunque a mí 1D no es que me guste pero la historia está muy bien:3

    ResponderEliminar